Escribe un libro, ten un hijo y planta un árbol, nuestra idea de trascendencia.
Desear ser recordados por nuestras acciones más allá de nuestra propia existencia es algo natural, incluso romántico. Sin embargo la trascendencia va mucho más allá de eso.
Abraham Maslow decía que el hombre está obligado a ser todo aquello que querramos ser, que podamos ser. Y decir "obligados" puede sonar agresivo pero así es. Al obligarnos a ir más allá de lo que conocemos de nosotros, a hacer más allá de lo que hacemos el día de hoy nos obligamos a salir de esa zona cómoda y conocida de nuestra estructura mental, psicológica y emocional, por momentos hasta física. Es ahí que el ser humano se sobre pasa a sí mismo, se supera y supera lo conocido de sí hasta encontrar algo novedoso, diferente. Descubre "músculos" nuevos, o como me gusta decir, "Amplía su caja de herramientas". A mi parecer, esa es la trascendencia que importa, la valiosa, ya que mi vida es esta, no voy a estar aquí cuando pongan mi estatua o lean mis libros, estoy aquí y ahora, en esta vida, en este momento y es el ahora que me corresponde trascender. Así que ten todos los hijos que quieras, planta muchos árboles y escribe los libros que te parezcan, pero trasciendete a tí mismo, amplíate a tal nivel que te sorprendas de la persona tan diferente que eres a partir de esa trascendencia. Aprende nuevos idiomas, busca un nuevo trabajo, arriesgate a esa relación, a ése viaje tu sol@, rompe eso que eres hoy para "mirar de frente la felicidad".